Reseña: La puerta Oscura

• Título: La puerta Oscura II, el Mal
• Autor: David Lozano
• Género: terror juvenil
• Editorial: SM
• Precio: 5.95 € (puedes comprarlo aquí)

Bienvenidos un día más al blog. Hoy os traigo la reseña de la segunda parte de la Puerta Oscura, si queréis leer la reseña de la primera parte, podéis hacerlo pinchando aquí.

SINOPSIS

Tras la apertura de la Puerta Oscura por parte del Viajero y sus amigos muchos peligros asolan París, su ciudad natal, entre ellos la proximidad de un ente demoníaco que pretende utilizarlos para escapar de su dimensión y seguir haciendo el Mal. En esta ocasión los Pascal y los demás deberán enfrentarse no solo a problemas en el Más Allá, sino que en su propia realidad descubrirán a Andrè Verger, un empresario sin escrúpulos que hará lo que sea con tal de obtener el poder que otorga la Puerta…

«Acaso la naturaleza humana no estaba diseñada para hacer posible la felicidad. El amor no correspondido constituía un suplicio mucho más doloroso que su imposibilidad de andar.»

En esta nueva entrega de la saga tengo muchas cosas que decir, así que espero no olvidarme de ninguna y saber expresarlo todo bien.

En primer lugar, se nota un cambio de tono muy drástico entre la primera y la segunda parte. Esto no lo digo como algo negativo sino todo lo contrario, porque noto una escritura mucho más madura y grave, quizá más acorde con la historia que se nos está contando. Si algo que no me gustó demasiado de la primera parte eran los continuos saltos entre escenas que hacían que a veces no supieras muy bien qué está pasando, en esta ocasión eso no ha sido así, es decir, los capítulos no estaban tan fragmentados. Es verdad que esto puede hacer que la obra avance un poco más despacio, pero no me obligaba a pensar a ver dónde había dejado a esos personajes escenas atrás.

Sin embargo, creo que la historia, que empieza siendo baste fresca y ágil, se va haciendo mucho más pesada hacia la mitad del libro para tener un desenlace frenético al final. Creo que se abren algunas subtramas que no se terminan de desarrollar bien, como la de Jules, de la que se dan algunas pincelas y luego se resuelve sin más. Creo que hubiera sido interesante que todos los personajes se hubieran visto un poco más envueltos en su historia, porque realmente se dan las pistas necesarias para llegar a la deducción primera.

También con relación a la trama creo que esta se vuelve mucho más oscura y dura. Eso creo que ha sido un punto a favor. Hay bastante drama en ciertos momentos y a día de hoy no sé si una novela con estos componentes sería muy juvenil (teniendo en cuenta lo que se entiende hoy día por juvenil). La verdad es que ese giro de madurez en el argumento me ha sorprendido y encandilado, la verdad.

Otra de las tramas que no me ha gustado y que me ha parecido bastante forzada es la del triángulo amoroso. Lo siento pero eso lo pasé ya con Memorias de Idhún y fue una tortura. Me ha sobrado tanto la historia de amor que se desarrolla la verdad que no sé cómo expresarlo. Creo que siendo una novela con tintes juveniles es normal que se meta una historia de este tipo, pero no me ha terminado de convencer nada, porque ha hecho evolucionar a los personajes de una manera muy artificial.

También he notado que algunas escenas eran forzadas o que había momentos en los que el ritmo descendía. Y aquí no culpo solo al autor, sino al momento en el que se escribió esta novela, porque fue una época en la que se buscaba escribir trilogías, cuanto más largas mejor, y se alargan libros que con una entrega incluso hubiera estado bien. En este caso es verdad que se dejan varias incógnitas en el primer libro, entonces una segunda parte me hubiera parecido bien, ahora me queda la tercera, que a ver qué sucede….Miedo me está dando leerla la verdad.

En cuanto a los personas tengo muchos sentimientos encontrados. Los lazos de amistad al principio parece que se refuerzan por todo lo sucedido, incluso Mathieu, al que hacen participe de la historia, parece integrarse más en el grupo, sin embargo, al final solo vemos a Pascal y a Michelle, mientras que los demás parecen quedarse estancados.

Después de descubrir su condición de Viajero Pascal cambia radicalmente. Pasa de ser un pringado a ser un niño prepotente e insoportable que cree que puede hacerlo todo él solo. Juega con los sentimientos de todos y hace lo mejor para él en cada momento. Siento que su evolución es bastante negativa y la verdad es que me ha terminado pareciendo bastante insufrible, igual que Michelle, que al principio se nos muestra como una chica decidida que sin embargo termina por volverse una celosa (que no es que no tenga motivos) que no se atreve a afrontar sus sentimientos. Ya en la primera novela le da largas a Pascal, pero cuando por fin se atreve a decirle que siente algo por él no contempla la posibilidad de que haya conocido a nadie.

Con Beatrice me pasa tres cuartas partes de lo mismo. De pronto siento que se vuelve tóxica a más no poder. Hace algo que es impensable por amor y luego se extraña de que no le salga bien. Es verdad que eso que hace al final resulta beneficioso para el grupo que no sé, no ha terminado de convencerme la verdad.

Por último, aunque haya sido bastante crítica con todos los aspectos, tengo que reconocer que me he vuelto a enganchar a la novela. Es verdad que no he podido leerla del tirón y que me ha costado bastante, pero sin duda si os gustan las historias un poco oscuras podéis darle una oportunidad a la saga. Ahora a leer la tercera parte para ver cómo culmina.

Valoración: 7/10