Lecturas peculiares: Book Rebels, la playa de los lectores clandestinos

• Título: Book Rebels, La playa de los lectores clandestinos
• Autores: P.D Baccalario y Luigi Spagnol
• Traductor: Oriol Sánchez Vaqué
• Género: narrativa juvenil
• Editorial: Duomo
• Precio: 16,90 € (puedes comprarlo aquí)

Bienvenidas una semana más al blog.

En esta ocasión os traigo una de mis últimas lecturas, de la que he podido disfrutar gracias a Babelio. Reconozco que el libro cuando lo pedí me llamó la atención pero no estaba segura de si me iba a gustar o no, y tengo que reconocer que ha sido un sí, pero no rotundo, ya que es una lectura extraña y peculiar. La he disfrutado pero, a la vez, se me ha hecho pesada, sin embargo, la he leído casi del tirón. Pero antes de seguir con esta reseña, u opinión, os dejo con la sinopsis por si acaso no sabéis de qué va.

Sinopsis

Los padres de Pierluigi están extrañamente de buen humor, porque acaban de decidir que irán de vacaciones a Banalia: no está demasiado lejos pero tampoco demasiado cerca; agradable pero no inolvidable; y con playa, pero no especialmente bonita. ¿Por qué ir entonces? Pierluigi está aburridísimo. Y también lo están sus nuevos amigos: los gemelos Edoardo y Everardo, y la valiente Margherita. Hasta que un día descubren algo raro en Banalia: los niños tienen TOTALMENTE PROHIBIDO LEER LIBROS.Al principio no parece gran cosa, pero pronto los cuatro se involucran en misiones ultrasecretas, reuniones clandestinas, persecuciones, robos de libros e incluso profecías. Porque la lectura, por supuesto, es una de las aventuras más apasionantes de todas.

Opinión

El comienzo es muy extraño. Y la parte central y el final, no os voy a engañar. Al principio pensé que no me estaba gustando, pero como era colaboración dije: voy a seguir un poco más antes de abandonarlo, porque no me parece justo. Y me alegro de no haberlo hecho. Las primeras páginas son confusas y todo parece un poco sinsentido, pero luego, muy poco a poco, te vas introduciendo en la historia y vas queriendo saber más y más.
Estamos en Banalia, que es una palabra que a mí me recuerda a banal, a algo insulso, sin más. Y así parece que es todo allí: ni muy bonita ni muy fea, ni frio ni calor, ni bien ni mal. Todo en su justa medida. Y allí se va nuestro protagonista y de pronto se da cuenta de que es un sitio en el que nunca pasa nada, pero en donde los niños son atrapados por la policía y una terrible bestia si se sospecha que portan algo que, a nuestros ojos, es tan común como los libros.
Pierluigi y sus nuevos amigos se ven así inmersos en una apasionante historia narrada de manera un poco plana, pero que te invita a seguir leyendo. No sé cómo explicarlo, creo que es un libro que hay que leer para entenderlo.
Lo devoré en una tarde de sábado de esas en las que todo parece ir con calma, en un escenario que no podía ser más ideal. No es un libro cargado de acción ni de escenas que te ponen los nervios de punta, sí que es verdad que los diálogos a veces me sacaban de quicio pero a pesar de todo es un planteamiento interesante y ha sido una buena primera lectura del año.
Sin duda sí que puedo recomendar el libro.